EL NIHILISMO Y EL SUPERHOMBRE


EL NIHILISMO Y EL SUPERHOMBRE


Trabajo realizado por alumnado del centro del que se omite su nombre en cumplimiento de la ley de protección de datos.


Para tratar el tema propuesto en la siguiente redacción, conviene que nos planteamos preguntas como las siguientes: ¿qué es exactamente el nihilismo para Nietzsche? ¿Existe algo que se encuentre por encima del propio ser humano? ¿Es este último capaz de alcanzar dicho estado? ¿Y qué es aquello que lo hace tan deseado? Procederemos a continuación a responderlas para explicar los términos de la temática a tratar: el nihilismo y el superhombre.

El término nihil proviene del latín y significa nada. Para Nietzsche, el nihilismo se corresponde con una enfermedad arraigada sin remedio en la sociedad occidental; el nihilismo la actitud del hombre que, al ver caer la farsa de la cultura occidental y de los ídolos y valores que ésta representa (Dios, LA VIERDAD, la solidaridad, la igualdad, la generosidad..., la razón, la ciencia, el derecho, ...),  no cree ni opina sobre nada. Simplemente se deja llevar, caminando sin un rumbo fijo. Nietzsche diferencia, además, entre dos tipos de nihilismo: el pasivo y el activo. Ambos ocasionados por la muerte de Dios y de la razón: el pasivo se corresponde con la pérdida de interés y motivación general derivada de la caída de los ídolos y valores que habían sostenido la cultura occidental, anteriormente citada. Por otra parte, el nihilismo activo es aquel que se da en el individuo cuando éste ha negado tanto a Dios como a la razón, y Nietzsche ve en ello el momento de, no solo desterrar a los viejos ídolos, sino de comenzar a crear unos nuevos que supongan la completa liberación delos nuevos y la llegada de una nueva aurora en la que se manifiesten las auténticas fuerzas de la vida. Sin embargo, ¿sería el ser humano capaz de llegar a un estado superior del que goza actualmente?.

Como el mismo Nietzsche afirma, ‘’el hombre es un puente entre el mono y el superhombre. ’’ ¿Pero qué es el superhombre? Para explicarlo, Nietzsche hace uso de la llamada metáfora de la triple metamorfosis. En esta, distinguimos tres fases distintas que deben llevarnos al superhombre. La primera, se corresponde con el camello, un animal que en su joroba lleva los valores e ídolos que se han descubierto como una farsa y de los que no puede liberarse. Esta imposibilidad de liberarse le da un caminar cansado de la vida inauténtica. El camello representa la imposibilidad de liberarse de esos valores: Dios y la razón. La segunda, es el león, que negando tajantemente estos valores, reivindica su libertad y derriba los viejos ídolos: Dios y la razón. Sin embargo, no sabe muy bien qué hacer exactamente con ella en un plano positivo y constructivo. Y por último, tenemos al niño. El niño representa la última fase de la metamorfosis. Al ser este libre, carente de memoria e inocente, no se ve en la obligación de luchar contra nada como el león, crea sus propios valores sin ningún tipo de prejuicio, y con su inocencia dice sí a la vida tal y como se manifiesta, de este modo se limita a disfrutar de su propia existencia sin padecer de ningún tipo de arrepentimiento. Además el niño se toma todo como un juego y en el juego el niño no está obligado a obedecer ningún código sino que crea su propio juego. El niño nos lleva al superhombre, también conocido como übermensch o suprahumano. Este último, era considerado por el filósofo alemán como un proyecto posible que podía ser alcanzado por el ser humano. ¿Y cuál es exactamente el atractivo del superhombre para que Nietzsche considere que está por encima del propio ser humano?
Según nos cuenta el filósofo, el superhombre o el übermensch menosprecia el instinto de supervivencia, ama el riesgo y es creador; no cree en valores universales; aprecia el sufrimiento y el dolor como algo auténtico de la vida; se sitúa más allá del bien y del mal pues él es el bien y el mal; es solitario frente al hombre rebaño; la vida le resulta una aventura; actúa movido por el cuerpo y el impulso vital, tiene una moral dionisíaca que no frena los instintos;solo se debe a sí mismo, lo que supone su liberación. Esta liberación se corresponde con la recuperación de lo que Nietzsche llama el sentimiento mismo de potencia o la voluntad de poder, esa misma que había sido negada por la religión, por la moral, por la metafísica y por la razón. Por otra parte, Nietzsche no fue el primer filósofo, y tampoco el último, en reivindicar la libertad a través de la eliminación de los viejos valores.

Marx nos hablaba de su dictadura del proletariado, mediante la cual la clase obrera lograría librarse al fin de la opresión de los burgueses, no obstante Nietzsche miró con desprecio el marxismo al postular el paraíso comunista o sociedad sin clases, ya que para Nietzsche los seres humanos no somos iguales ni por naturaleza, además el marxismo lo considera filosofía de ovejas sin sentido crítico. Por su parte, Simone de Beavoir, con su problematización de la categoría mujer, buscaba la liberación de esta última, empleando para ello la filosofía existencialista liberando a la mujer de las cadenas culturales, psicológicas y económicas que la esclavizaban y la convertían en un en-sí. De ahí su famosa cita ‘’no se nace mujer, se hace. ’’ No obstante, Nietzsche rechazaría de S. Beauvoir su sentido ilustrado al creer en la razón como clave de progreso e igualdad entre todos los seres humanos aspecto que Nietzsche no compartiría con Simone.
Así pues, a raíz de la muerte de Dios y de la triple metamorfosis que llevará al superhombre, Nietzsche busca la liberación del ser humano, que al fin desprovisto de esas cadenas, puede hacer pleno uso de esa fuerza vital conocida como voluntad de poder.


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