LA MUERTE DE DIOS. Por Daniel Carreres. 2ºB.
LA MUERTE DE DIOS
Para un desarrollo adecuado de la
temática de la redacción creo importante responder a las siguientes
cuestiones: ¿qué significa la afirmación “Dios ha muerto” ?,
¿por qué se creó la figura de Dios?, ¿es la humanidad esclava de
la religión?, ¿Qué importancia tiene la religión en la cultura? A
continuación, trataré de reflexionar sobre estas cuestiones.
“Dios ha
muerto”, esta es una de las más famosas afirmaciones de Friedrich
Nietzsche, no nos quiere decir lo que literalmente dice ya que
dios no ha muerto porque nunca ha existido, pero han muerto los
valores que el invento de Dios sustentaba en la sociedad occidental. Nietzsche afirma que no sólo ha muerto Dios, sino que “nosotros lo hemos matado”, por lo que, ahora, el ser humano puede crear unos nuevos valores a partir de los
instintos y de la voluntad de poder. Así, matar a Dios es matar
también a la razón que creó a ese Dios, y matar a los valores antiguos del mundo occidental.
Hay quien cree que Dios creó a la
humanidad, Nietzsche se ubica precisamente en el lado opuesto, y es
que cree que el ser humano es el que creó la religión y con ella, a
Dios. Este representa una renuncia a la vida, y es creado por
aquellos que también renuncian a la vida y necesitan ser mandados, ser creyente es un síntoma de
decadencia, debilidad y de imposibilidad de imponer su voluntad de
poder. Son estos humanos débiles y decadentes los únicos que
necesitan a Dios, estas personas necesitan la idea de que después de
la vida terrenal tendrán una vida ultraterrenal, mucho mejor que la
anterior, debido a que no conciben la idea de morir.
Estas creencias del paraíso después
de la muerte hacen esclava a la humanidad, que se comporta conforme a los ideales cristianos para poder acceder después de su
muerte a un mundo mejor que en el que vivimos y único del que tenemos experiencia. En el
lado contrario está la amenaza del
infierno, al que serán llevados aquellos que no cumplan los ideales
y valores cristianos, aquellos que son libres. La religión quita la
libertad mediante valores como castidad, ayuno, sacrificio…
Nietzsche defiende los valores contrarios a reprimirse: el orgullo, la
arrogancia, la audacia… Dentro de esta esclavitud encontramos al
que esclaviza, el sacerdote, este posee una voluntad superior y
utiliza la falsa figura de Dios para asegurar su dominio sobre los
creyentes, como si de un pastor y su rebaño se tratara.
Es evidente que la religión ha
influido mucho en la cultura occidental, y es que alrededor de la
religión se ha formado una amplia cultura, la del uso de la razón,
Nietzsche cree que la manera griega de ver el
mundo, la de nuestra cultura, es una manera decadente. Todo
aquello que se opone al existir instintivo es decadente y toda la
cultura occidental lo es. Nietzsche critica los tres mundos creados
por el hombre: el mundo racional, el mundo moral y el mundo
religioso. De manera que, Nietzsche cree que toda la cultura
occidental esta influenciada claramente por la religión y es por
esto que propone un cambio para empezar desde cero con una nueva
cultura y unos nuevos valores e ideales tras la muerte de Dios.
Santo Tomás, por
su parte, sostiene la necesidad de Dios como fundamento último de todo y en contraposición de lo contingente (aquello que puede existir o no), en este sentido Dios sería lo necesario, alcanzando la idea de que tiene
que haber inexorablemente una causa necesaria de la cual se
derivarían todas las cosas contingentes. Ese ser tendría que ser
necesario por él mismo y ese ser sería Dios.
En conclusión,
la muerte de Dios es un concepto que nos lleva a pensar en una
reforma del modo de vida occidental.
Un cambio a mejor sin tener limitaciones por la religión ni cadenas
que nos opriman, un cambio mediante el cual podamos imponer nuestra
voluntad de poder y nuestros instintos sobre la razón y la moral
después de años en los que la humanidad ha sido dominada por esto.
A esto es a lo que se refería el autor Friedrich Nietzsche con la
frase “la muerte de Dios”.
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