Nietzsche. La voluntad de poder y el vitalismo. (Calificación lectura recomendable)
Nietzsche.
La voluntad de poder y el vitalismo.
Trabajo realizado por alumnado del centro del que se omite su nombre en cumplimiento de la ley de protección de datos.
Para un desarrollo adecuado de la temática de la siguiente redacción, consideramos importante responder a las siguientes cuestiones: ¿Qué es la voluntad de poder?; ¿qué es el vitalismo? Seguidamente, comenzaremos por explicar el tema de la redacción sirviéndonos de una situación completamente utópica, pero que no deja de ser realista.
Imaginémonos
que nos encontramos en un acontecimiento donde necesitemos elegir muy
rápidamente, por ejemplo, una discusión verbal. En este desacuerdo
oral, nosotros vamos en desventaja con la otra persona. Imaginémonos,
también, que hay más gente a su alrededor. En ese ilusorio momento
usted se encuentra bajo una gran presión, y quiere rendirse, sin
embargo, su voluntad
de poder
se lo impide, es decir, usted saca energía
para poder poner buenos argumentos en contra de su contrincante. Ha
sacado usted su impulso,
que está ligado al cuerpo.
Gracias a ese impulso usted ha sacado su fuerza
y
se ha convencido de su propia valía.
Con
este quimérico ejemplo, hemos puesto en práctica lo que Nietzsche
decanta como voluntad de poder que, teóricamente, lo define como la
energía
vital
que nos lleva a actuar con el fin de autoafirmarnos, adquiriendo
poder sobre uno mismo. En esta, intervienen varios factores, expresa
a todo aquello en que nos hemos convertido y es un resultado
irrepetible. A partir de este ejemplo, hemos podido contestar a una
de las preguntas que nos ayudará a entender mejor que es el
vitalismo
para Nietzsche.
El
filósofo no solo representa al vitalismo en la voluntad de poder,
también habla de la vida,
que se puede explicar completamente con un efímero ejemplo. Dos
personas, ambas de la misma edad. Una, la persona A, cada día hace
ejercicio, se relaciona e intenta conseguir su propio placer por
cualquier medida. Pero, la persona B, todos los días está en un
completo reposo, es débil por completo y actúa a la defensiva.
Podemos decir que la persona A quiere existir, mientras que la B no
lo soporta. Ambas personas tienen vida, sin embargo, la persona A tiene una vida
ascendente,
por ser fuerte y buscar su placer; mientras que la persona B tiene
una vida descendente
por su lánguida y sedentaria vida. Así Nietzsche optaría por
definir la vida. Quien es fuerte llegará a lo más alto y quien es
débil, se estancará y tendrá una vida deprimente. Como cita en uno
de sus libros: “El
pobre en vitalidad, el débil, empobrece aún más la vida: el rico
en vitalidad, el fuerte, la enriquece… El primero es su parásito;
el segundo, uno que le añade regalos... ¿Cómo es posible tal
confusión…?”
Con
esto, podemos confirmar que para Nietzsche el vitalismo se divide en
voluntad
de poder
y vida.
Sin embargo, ¿por qué confirma que es así? Nietzsche investigó
ambos conceptos y llegó a la conclusión que ambos estaban formados
por motivos distintos. La voluntad de poder y la vida deben cumplir
una serie de características que él mismo impuso. A continuación,
las explicaremos todas lacónicamente.
Procederemos
con las características de la voluntad de poder, que aun siendo
varias, podremos comprobar que es lo que realizamos al utilizar
nuestra propia voluntad. Estas se componen por inconsciente,
es decir, es irreflexiva y está ligada al cuerpo; previa
a la razón,
porque recordemos que Nietzsche, al contrario que Aristóteles, se
negaba
completamente considerar la razón como la especificidad humana y principal potencia del ser humano. La razón nietzscheana está conexa a los instintos y
por ello, según sea nuestro cuerpo, así será nuestra razón, por
los cambios fisiológicos que este recibe; peculiar,
ya
que aunque se afirme así misma, es cambiante y diferente; exige
resistencia,
pues si no tiene oposición a ella no se puede fortalecer, por ende,
no está satisfecha. En
este sentido Nietzsche cree que los enemigos juegan un papel muy
importante en la afirmación de la propia voluntad de podr; necesita
del dolor,
con esto el filósofo apunta que la voluntad necesita la sensación
desagradable para crecer; carente
de finalidad externa,
pues se quiere por
sí misma porque es afirmación de la vida,
pero no hay nada más detrás del querer. La sensación de un aumento
va acompañada de placer; es
creativa,
ya que debe marcar la diferencia e imponer su propia visión del
mundo; libre,
pues hacemos lo que nos
pide el cuerpo. “Mi
libertad no acaba donde empieza la de otro, acaba donde acaba mi
fuerza.” El
poder nos hace libres. La última característica que el pensador
impone es que la voluntad debe ser diversa
pues esta tiene manifestaciones múltiples.Con esto, podemos afirmar
que el ejemplo puesto anteriormente es la puesta en práctica de la
voluntad de poder que Nietzsche define. (Te
he cambiado los puntos y seguidos por los puntos y coma)
Por
otro lado, está la vida, como ya hemos nombrado, con dos ramas,
ascendente y descendente, sin embargo el filósofo llega a esta
conclusión por tres criterios que, según él, puede denotar la vida
que llevamos. Incoaremos los tres conceptos, sirviéndonos del
ejemplo anterior de la persona A (vida ascendente) y la persona B
(descendente). Nombra el afán
de superación
donde la persona descendente es incapaz de vencer en el combate de la
vida, sin embargo la persona ascendente dice sí a la vida. Por
su relación con el dolor,
la persona ascendente lo consideraría fortalecedor para su vida,
pero la persona descendente lo ve como la depresión. Y por último,
por
su trato con los instintos
donde la persona descendente los eliminaría por ser racional y la
persona ascendente asumiría todos los riesgos.
En
conclusión, Nietzsche relacionó que la voluntad de poder marca la
altura de vida y sus posibilidades de actuación. El filósofo define
el vitalismo como energía vital. Es decir, necesitamos la vida
ascendente y la voluntad de poder para poder ser más fuertes,
nosotros mismos y diferentes. Además de eso, debemos autoafirmarnos,
debemos tener en mente lo que nosotros “valemos”, lo que somos
capaces de llegar a hacer y las diferencias que marcamos en la vida.
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