Crítica del mundo metafísico: la verdad como metáfora.
Crítica
del mundo metafísico: la verdad como metáfora
Trabajo realizado por alumnado del centro del que se omite su nombre en cumplimiento de la ley de protección de datos.
Para un desarrollo adecuado de la temática de la redacción creemos importante responder a las siguientes cuestiones: ¿Por qué Nietzsche critica la cultura occidental? ¿Por qué esta crítica le lleva hacia la metafísica de los antiguos griegos? ¿Por qué critica dicha metafísica? ¿El lenguaje se convierte en algo fundamental a la hora de hablar de la verdad? ¿Qué es la verdad?
A
continuación, comenzaremos a explicar el tema de la redacción
sirviéndonos de un ejemplo histórico del pasado. Cabe destacar a
Karl Marx, ya que
utilizó la crítica como su arma principal para desmontar la idea de
sociedad de su tiempo, al igual que Nietzsche la utiliza para
implantar una duda sobre la filosofía de su época basada en el racionalismo. Esta crítica incluye varios aspectos; en
primer lugar, hace una crítica a la ciencia, al exponer que la metafísica platónico-cristiana se corresponde con el conocimiento
conceptual. Por lo que nuestro conocimiento es sobre el concepto y no sobre la realidad, ya que la realidad cambia y es inexacta, mientras que el
concepto no cambia y es exacto. En segundo lugar, continúa con la
crítica a la moral,
en este caso Nietzsche la acusa de antinatural por ir en contra de
los instintos vitales, es decir, niega nuestra voluntad y nos hace
débiles. En tercer lugar, hace una crítica a
la metafísica.
¿Cómo
esta crítica le lleva hacia la metafísica? Para estudiar los
problemas de la sociedad, Nietzsche emplea la
genealogía como análisis, mediante el cual
analiza la historia de la filosofía para poder identificar en qué momento se cometió el error. Por eso la genealogía para Nietzsche es una
técnica que consiste en estudiar la historia del surgimiento y génesis de
diversas doctrinas filosóficas y sociales. De este modo la genealogía cuestiona el origen
de las ideas, de los valores o de las identidades sociales. En este sentido hemos de destacar la Genealogía
de la Moral como una de las obras más importantes de Nietzsche, cuyo
tema es el origen de la moralidad y nos argumenta que los conceptos
morales que hemos heredado de la tradición cristiana son el resultado de un fraude en la Grecia de Sócrates (S. V antes de Cristo), ya que con anterioridad a Sócrates el bien era imponerse física y corporalmente, seguir el ímpetu vital del cuerpo, los que hacían esto eran nobles, señores y buenos, por el contrario, el que física y biológicamente no era capaz de imponerse y necesitaba recurrir a los argumentos y a la retórica, era débil, esclavo, siervo, malo, ya que era un síntoma de represión del ímpetu vital, pero los débiles al sentirse amenazados por los fuertes y con el objetivo de imponer su voluntad de poder enferma a los fuertes , cambiaron el significado de bueno y malo. En esta nueva valoración bueno pasó a significar: el que hace uso de la dialéctica, reprime su ímpetu vital en nombre de valores como la igualdad, la solidaridad, la fraternidad, valores que los débiles para fundamentarlos se ven obligados a inventar un Dios misericordioso y paternal; por el contrario, el que seguía su ímpetu vital de su cuerpo y no reprime sus deseos vitales pasó a ser degenerado y malo. Sobre este gran engaño de Sócrates y sus seguidores se montó la moral vigente hoy en día a la que Nietzsche se refiere como moral de esclavos.
Además,
en “Más allá del bien y del mal”
Nietzsche califica su modo de proceder como una nueva forma de hacer
psicología, expone su crítica a la historia del pensamiento de
Occidente, que pretende prescindir de la dimensión del yo en sus
construcciones de saber. Mientras que Freud,
mediante el psicoanálisis, derivaba los problemas de las personas a
las experiencias de la infancia, Nietzsche, en su particular
“psicoanálisis” de la filosofía, deriva los problemas de la
cultura occidental a la antigua Grecia, pues es la Grecia de Sócrates la que rompió el equilibrio entre lo apolíneo y lo dionisíaco, imponiendo lo apolíneo y desencadenando los problemas que están presentes actualmente en la cultura occidental.
En
cuanto a la crítica a la metafísica,
en ella se opone al dualismo ontológico, fiel reflejo del dualismo
platónico. Es decir, para Platón la realidad queda dividida en dos ámbitos: una
realidad suprasensible, de ideas perfectas, inmutables, paradigmáticas o ejemplares, a las que se accede por la razón mediante el método dialéctico, constituyen el verdadero conocimiento y son la auténtica realidad, y frente al mundo ideal o suprasensible Platón afirma que está el mudo de las cosas sensibles, cambiantes, que imitan muy imperfectamente las ideas, son el falso conocimiento que tenemos por los sentidos, se trata de una realidad aparente. Ante esta división, Nietzsche reacciona esgrimiendo dos objeciones:
en primer lugar, critica el miedo al caos de la realidad que nos ofrecen los sentidos, una realidad cambiante que la razón infravalora para construir un mundo a medida de los conceptos y categorías que la razón crea, pero muy lejos de la auténtica realidad, que es cambiante. Pero el hecho de que la razón
funcione con tales categorías tan solo demuestra la inadecuación de
la razón para conocer el mundo sensible. Frente a esta objeción cabe cuestionarse: ¿Es posible
acceder de forma irracional al conocimiento del mundo? ¿Es la razón
la única posibilidad?
En
segundo lugar, critica la acción de recurrir a un mundo
suprasensible, ya que lo interpreta como una negación de la vida;
incapaces de aceptar un destino trágico de una vida caótica y cambiante. En este
caso, cabe señalar la semejanza con Darwin,
ya que este, en su teoría de la evolución, se rebela contra la
concepción tradicional del origen de los seres vivos. Por lo que
representa una controvertida transformación de la manera global en
que nos enfrentamos al mundo, es decir, rompe nuestra concepción de
ver el inicio de la vida en la Tierra, al igual que Nietzsche rompe
la concepción que hay de la filosofía.
Una de las tareas prioritarias de Nietzsche es la
construcción de un nuevo lenguaje, buscando
elementos útiles para forzar el nuevo sentido de las palabras en la
metáfora, en la alusión y en la ironía. Frente al lenguaje de la
razón, propone el lenguaje de la imaginación, basado en la
metáfora. Este es el lenguaje del arte, de la belleza, de la vida,
en definitiva, es una expresión de la libertad de la voluntad.
Mientras que el lenguaje conceptual es el de la lógica dogmática. Además,
cabe resaltar que para Nietzsche la dialéctica inspira desconfianza,
por lo que solo la utilizamos cuando no disponemos de otro medio.
Puede llegar a ser un medio obligado en aquellas personas que tan
solo disponen de la dialéctica, es decir, no disponen de otros
medios y se ven obligados a usarla. Por lo que alguien que utiliza la
dialéctica, hace que su adversario tenga que demostrar que domina esa técnica, ya que al exponer demasiados argumentos mediante la dialéctica
hace que el otro dude de su capacidad de inteligencia.
Cabe
destacar, que en el famoso texto “Sobre
Verdad y Mentira en Sentido Extramoral”, para
Nietzsche no existe una verdad universal, pero sí que existen
conceptos similares o semejantes entre diversas culturas. En este
afán de búsqueda de la verdad cada pueblo encuentra la misma bajo
sus percepciones culturales.
De
acuerdo a esto, entonces, la verdad es sólo un medio para alcanzar
el poder. ¿A qué se refiere Nietzsche con poder? Evidentemente,
poder aquí significa solamente el asentarse, el asegurar, preservar
y poder desenvolver la propia existencia.
Por
otro lado, la verdad no pasa de ser una “designación
de las cosas uniformemente válida y obligatoria”,
cuyas primeras leyes fueron dictadas por medio del lenguaje,
inventamos designaciones para las cosas, creyendo rescatar la
esencia, y estas designaciones pasan a ser verdades. Pero, realmente,
estas designaciones están formadas por la base del lenguaje, es
decir, por palabras, que no son más que la reproducción de
sonidos.
En
conclusión, para Nietzsche es fundamental la crítica de la metafísica ya que dicha
crítica nos permite establecer los fundamentos de su filosofía y
mediante esta se opone al dualismo ontológico, descartando la razón
como instrumento para comprender la realidad, ya que aquellos que la
utilizan son débiles.
Además, se centra en desmontar el pensamiento en que se ha apoyado
la cultura occidental mediante el cual emplea como análisis el
método genealógico.
Por
otra parte, cabe resaltar que el lenguaje da lugar a una visión
errónea de la realidad. Si nuestra gramática fuese distinta también
sería distinta nuestra forma de entender el mundo.
“Tenemos
arte para no morir de la verdad”
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